Hace tres años, Teresa Valdés -doctora en biología molecular y celular- tomó una decisión arriesgada: crear una empresa que acercara la investigación a las necesidades reales. Colgó la bata de laboratorio y convirtió Bemygene en un facilitador entre el sistema investigador y los equipos médicos que buscan nuevas soluciones a las enfermedades.
El equipo fundacional, formado por tres mujeres- dedicó los dos primeros años a definir en qué tipo de proyectos se iban a especializar, dada la amplitud de las investigaciones médicas, con el fin de poner en el mercado de forma rápida los primeros productos.
“La empresa -afirma Valdés- nace en el ámbito científico. Queríamos acercar la investigación al público en general a través de la educación y de la comercialización de los productos de una forma correcta, para que lleguen más rápido y acelerar el proceso de la innovación. Por otro lado, también participamos directamente en la última fase de la investigación para poder comercializar más rápido”.
Actualmente, Bemygene, cuyas instalaciones se encuentran en el Parc Científic de la Universitat de València, cuenta en total con diez socios entre fundadores, estratégicos y capitalistas, con una presencia femenina mayoritaria, tanto en la parte societaria como trabajadora.
Reinvertir en ciencia
Uno de los problemas con los que se choca la investigación médica es superar las pruebas de validación, que pueden dilatarse durante años y, por tanto, encarecen el producto final. Un periodo que se le conoce como “valle de la muerte”. Es en este punto donde interviene Bemygene, analizando la viabilidad del producto en el área clínica.
“A veces -añade Teresa Valdés- esa etapa de validación precisa de un enfoque empresarial. No todos los investigadores quieren o pueden dedicarse a la empresa. Esa colaboración, esa doble visión científica y empresarial se ha revelado muy útil”.
“Queremos darle un fuerte empujón al área oncológica, que es el core de la compañía. Lo importante es acelerar el proceso de innovación, porque mucha de la investigación que se realiza, llega muy tarde. Es importante que los investigadores también participemos, para que la economía funcione mejor. Si las empresas participan de la comercialización, se puede reinvertir en ciencia“, añade Valdés.
La fundadora de Bemygene es una defensora de esta visión empresarial unida a la investigación científica. Se muestra favorable a que los investigadores se impliquen en esa parte, no sólo montando empresas de I+D, sino que también contemplen el trabajo de consultoría y de comercialización. “Debemos tener la visión del mercado, la visión de los comités hospitalarios para conocer cuáles son las necesidades reales”, afirma Teresa Valdés.
Su empresa se centra en dos tipos de productos: por un lado los dirigidos a la prevención y detección oncológica y, por otro, los análisis genéticos. En ambos casos, se trata de técnicas no invasivas, con unos resultados que rozan el 100% de fiabilidad, para que sea realmente una alternativa a los sistemas de diagnosis invasivos.
El núcleo de la actividad es la oncología, aunque introducir productos en este área es lento, ya que sólo se trabaja con aquellos que aporten un alto valor. Bemygene participa en la parte de proyectos de investigación. En la parte de comercialización, se centran en el diagnóstico prenatal, a la que acompañan con asesoría genética profesional, “que es otra de las fortalezas de la compañía”, subraya Valdés.
“Damos todo el servicio asistencial. Somos ese canal especializado para cualquier equipo de investigación que desarrolle ese tipo de productos para que nos utilice como canal de ventas”, añade Teresa Valdés.
Marcadores oncológicos
En el caso de los productos oncológicos, Bemygene colabora estrechamente con los equipos de investigación. En la actualidad participa en un proyecto que se desarrolla en varios centros -La Fe, Idibell y Cima-, un test para cáncer de pulmón; también colabora con la Fundación Jiménez Díaz en un test para seguimiento postquirúrgico de cáncer de colon.
“La ciencia -dice Valdés- se enfrenta a un cambio de paradigma. No hablamos de cáncer, sino que hablaremos de una descripción molecular. Hay una serie de genes que son comunes a diferentes tipos de cáncer. Es lo que se intenta definir mejor. Por eso empezamos a trabajar en biopsia líquida, que es el futuro de la oncología”·
La biopsia líquida, como explica bien la fundadora de Bemygene, es utilizar cualquier secreción corporal para detectar biomarcadores que servirá para hacer una detección precoz del cáncer o realizar un seguimiento. Algunas de las ventajas que proporciona la biopsia líquida es, por un lado, “permitir ajustar mucho mejor la quimioterapia” y, por otro, avanzar en todo lo que sea prevención y diagnóstico precoz “para detectar el cáncer en sus estadios iniciales, que es lo que facilita el éxito del tratamiento”.
El trabajo de Bemygene en el área oncológica implica también un proceso de educación y mucho trabajo multidisciplinar con los médicos.”Nosotros no vamos a poner en el mercado algo hasta que no esté validado. No somos una comercializadora cualquiera: tenemos una misión muy clara y que pasa por poner en el mercado productos de valor”, afirma Valdés
Rondas de financiación
Este año Bemygene se ha sometido a tres rondas de financiación, las dos últimas a través de la plataforma de crowdlending Colectual. Una primera de 20.000 euros y la segunda, con el aval de Afín SGR, de 60.000 euros, dirigidos a financiar la investigación.
Este segundo año de actividad comercial ha permitido a la empresa duplicar su facturación, que a término de año superará el medio millón de euros. Con una clientela repartida por todo el territorio nacional, desde hace poco ha empezado a trabajar con aseguradoras, agentes protagonistas del sistema privado de sanidad.
Teresa Valdés se muestra especialmente orgullosa de que su empresa haya sido finalista de la convocatoria Emprendedores XXI de Fundación CaixaBank. En su corta vida, Bemygene ya ha recibido varios reconocimientos y ha sido seleccionada en programas de apoyo a empresas innovadoras de base tecnológica, como el Createc del Ivace.
Bemygene en Bioval
En la actualidad, Bemygene tiene sus instalaciones en el Parc Cientìfic de la Universitat de València y forma parte de la junta directiva de Bioval, el clúster biotecnológico y biomédico de la Comunitat Valenciana.
Precisamente el 26 de noviembre Bioval celebra su Noche Bio en la que entregará los premios Bioval cuyo objetivo es reconocer, fomentar y potenciar la labor desarrollada en el sector BIO de la Comunitat Valenciana en beneficio del avance en la investigación, la tecnología y la economía sostenible. Las categorías que se contemplan son: Mejor Iniciativa BIO en Salud; Mejor Iniciativa BIO en Agroalimentación; Mejor Iniciativa BIO Industrial y Premio a la mejor Startup Biotech.