El secretario general de Agricultura y Alimentación cree que la regulación europea pone freno a su desarrollo
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha asegurado que España tiene «pocos aliados» en la Unión Europea (UE) para defender el impulso de la biotecnología en áreas como la agricultura y cree que el marco regulatorio comunitario pone freno a su desarrollo. Lo ha indicado durante la inauguración del III Foro de Agrobiotecnología de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio) donde ha incidido en que el «clima» comunitario actual «no es fácil» para abordar cómo desarrollar la biotecnología.
No obstante, cree que será uno de los asuntos que aborden los ministros de Agricultura de la UE en su próxima reunión de mayo porque, según Miranda, el interés ha crecido entre los Estados miembro tras la sentencia del año pasado del Tribunal de Justicia de la UE que pidió aplicar a los desarrollos biotecnológicos, como la edición genética, la misma regulación vigente para los Organismos Modificados Genéticamente (OGM). Miranda ha mostrado su contrariedad con esta sentencia, ya que la normativa sobre OGM «no ha dado buenos resultados». Por eso cree que hay que revisarla para que la UE «no se quede atrás» respecto a otros países en el desarrollo biotecnológico.
Para ello, ve fundamental explicar a la sociedad de forma «más pedagógica y sin cometer errores» las ventajas que esta tecnología puede tener para la salud, la lucha contra el cambio climático o el desarrollo de mejoras vegetales.España, ha subrayado, está depositando «mucha confianza» en la innovación tecnológica para atender a la demanda creciente de alimentos, con producciones de calidad y más sostenibles.
El secretario general de Agricultura y Alimentación ha pedido al sector agroalimentario que aproveche los fondos comunitarios para este fin que, previsiblemente, se incrementarán para el período 2021-2027.
En una línea parecida se ha expresado el director general de Asebio, Ion Arocena, quien considera que el crecimiento demográfico, la desertización y la mayor demanda de alimentos son retos para los que es «fundamental» impulsar la investigación y el desarrollo biotecnológico.
La apuesta por invertir en I+D+i será «estratégica» porque «permitirá avanzar» hacia nuevos cultivos, mejoras en la sanidad vegetal o soluciones tecnológicas que incrementen la producción. Ante todo ello, cree que la biotecnología se posiciona como la «principal» herramienta para transformar el sector agroalimentario «con soluciones innovadoras».
También ha intervenido el subdirector de Prospectiva y Coordinación de Programas del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), José Luis Alonso, quien ha abordado las políticas públicas y los aspectos regulatorios en este campo tecnológico. Así, ha puesto el acento en la importancia de que las políticas de economía circular sean eficientes a la hora de afrontar estos retos y que tengan en cuenta la bioeconomía.
En el foro ha participado la portavoz del departamento de I+D+i de Bodegas Matarromera, Ángela García, quien ha presentado alguna de las experiencias en las que está inmerso el grupo para el uso de la biotecnología, como es el caso del proyecto Innomicrovin, cuyo objetivo es la obtención de vinos de calidad y diferenciados mediante soluciones biotecnológicas y con la selección de microorganismos involucrados en la fermentación o el bio-control.
Desde el grupo Carnisa, su director de proyectos de I+D, Alfonso Perote, ha presentado otros proyectos, como Fitomatics, que estudia los microorganismos que viven en los tejidos de las plantas y sus procesos metabólicos, intentando mimetizar mediante ingeniería metabólica los procesos de la naturaleza para obtener compuestos orgánicos volátiles de interés en perfumería y evitando así sobre-explotar los recursos naturales.
Fuente: prensa – La razón