Agrozono ha cobrado gran relevancia en sectores agrícolas de primor y ahora se ve reforzada al asociarse con la compañía francesa De Sangosse Una firma valenciana fabrica grandes ozonizadores que inyectan el gas en el agua de riego y elimina los patógenos
El ozono es un poderoso gas oxidante -cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno- que está tomando gran protagonismo en tareas de desinfección de aguas y suelos agrícolas. Una empresa valenciana, Agrozono, es líder en su aplicación sobre cultivos hortofrutícolas de primor y en sustratos para viveros y jardinería, y además fabrica sus propias máquinas de gran capacidad de generación.
Emilio Villanueva, fundador y director de Agrozono (radicada en La Pobla de Vallbona), proviene del sector de producción de plantas ornamentales, donde adquirió gran experiencia y la constante preocupación por las tareas de desinfección de suelos y sustratos, como mejor garantía de asegurar la productividad y una evolución económicamente viable.
En infinidad de cultivos hortícolas intensivos (como en la Huerta de Valencia o los invernaderos de Almería) conocen muy bien las exigencias periódicas de desinfección del terreno y la creciente complejidad de realizarlo mediante los clásicos sistemas de aplicación de sustancias químicas. El bromuro de metilo hace tiempo que se prohibió. En algunos casos se sigue utilizando el ‘metam-sodio’, pero puede tener fecha de caducidad; en Francia ya no se puede emplear. Por otro lado, la alternativa más natural de ‘solarización‘ obliga a invertir meses y se suma el problema de la gestión posterior de los plásticos.
Ante todo este panorama, Villanueva apostó por el ozono para desinfectar y regenerar los suelos agrícolas, y no solo eso, sino también por diseñar y fabricar las propias máquinas (sobre camiones) que lo generan y aplican in situ. Además, sus planteamientos van más allá: buscan la regeneración integral a base de poblar la tierra de cultivo de organismos beneficiosos que ayudan a que se desarrollen las raíces y cumplan a plenitud su función de alimentar bien a las plantas y árboles.
La estrategia de Agrozono se integra plenamente en la moderna dinámica en agricultura de prestarle mayor atención al suelo, el gran olvidado hasta hace poco, y hacerlo, a ser posible, sin el empleo de plaguicidas químicos, sino potenciando el equilibrio. Al igual que se han ido extendiendo las prácticas de lucha integrada contra las plagas aéreas, Agrozono aplica iguales principios bajo el suelo, combatiendo nemátodos, hongos y otros organismos perjudiciales con organismos que son aliados.
Lo primero que pide esta empresa es un análisis del suelo (cuesta unos 100 euros) para evaluar la población de patógenos. Luego se aplica el ozono en la red de riego a goteo (45-50 euros por hanegada) y finalmente se enriquece el terreno con sustancias nutritivas y fortificantes.
La evolución de Agrozono es tan exitosa que se fijó en ella la compañía francesa De Sangosse y ha entrado en su capital. Una fructífera asociación que asegura la exapansión e internacionalización. De Sangosse se ha asentado, por otro lado, en Sagunto, donde adquirió otra firma valenciana, Servalesa, que fabrica nutrientes agrícolas y plaguicidas natural
Fuente de la noticia, publicada el 3 de junio.