Con un total de 7.800 empleos generados y una facturación de 1.100 millones de euros, el sector biotecnológico, biomédico y bioeconómico (BIO) en la Comunidad Valenciana se ha convertido en una palanca de empleo y desarrollo para salir de la crisis provocada por el coronavirus. Y lo ha conseguido a pesar de las muchas trabas burocráticas que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha impuesto al sector. Y es que, si algo nos ha demostrado esta crisis es que no podemos confiar sólo en el turismo como sector estratégico del país y hay que ir un paso más allá y apostar por el I+D+i.
Así lo defiende Carlos Ledó, presidente de BIOVAL, «en muchas ocasiones el sector privado va por delante del público”. De hecho, a raíz de la crisis, “muchas empresas se han reinventado. El dinamismo que te da tener un alto grado de emprendimiento entre los asociados ha permitido reenfocar sus propuestas de valor para alinearlas con las necesidades actuales de la sociedad”, afirma. Y ha añadido que “en otros casos, como las empresas y entidades del área de biomedicina, se han adaptado para dar servicio al aumento de la demanda que se ha producido en el sector sanitario en los últimos meses”.
Pero una cosa es la iniciativa empresarial y otra la gestión pública. En este sentido, Ledó repasa los distintos problemas a los que se ha enfrentado el sector como consecuencia de la gestión de esta crisis sanitaria. «Se pueden generar sobretensiones derivadas de los retrasos en homologaciones y regulaciones». Así, el representante de la asociación de empresas BIO de la Comunidad Valenciana ha señalado que «se han dado casos de empresas que disponen de tecnologías y recursos necesarios para realizar test de diagnóstico de Covid-19, tanto de PCR como de Anticuerpos” y que “se han visto sin poder ayudar por la problemática de la regulación actual y que se hace necesaria ahora para poder llevar a cabo estas pruebas”.
A los problemas derivados de la gestión de Sánchez, hay que sumar los que el sector BIO ya arrastraba como, por ejemplo, el acceso de la financiación y la falta de talento cualificado. Aun así, Carlos Ledó sostiene que “el sector bio es y será siempre estratégico y continuará en crecimiento. De hecho, hay empresas que estaban desarrollando diferentes productos y servicios sobre todo sanitarios antes de la crisis, que van a tener un crecimiento y desarrollo grande». Y esto es así, sentencia, “porque esta crisis ha dejado muchas cosas claras sobre las que todos deberíamos reflexionar, pero sobre todo, es que como país debemos caminar hacia la autosuficiencia alimentaria y sanitaria”.
Parte de la solución
En sí, el sector BIO en la Comunitat Valenciana que engloba la Biotecnología, la Biomedicina y la Bioeconomía, aplicadas a la salud, la agroalimentación y la sostenibilidad medioambiental “será parte de la solución de esta crisis sanitaria y será mucho más tenido en cuenta y valorado en el futuro”, asegura Ledó.
Cabe destacar que el Clúster BIOVAL que cuenta con más de 100 asociados entre empresas y entidades tiene como objetivo “representar y conectar los intereses de empresas y entidades BIO de la Comunidad Valenciana, para transformar el conocimiento y la tecnología en creación de riqueza sostenible”.