En un contexto de cambio climático y nuevos fenómenos meteorológicos, la preparación de cultivos más resistentes a la sequía, altas temperaturas y nuevas plagas, así como la mejora de la fertilidad del suelo, se ha convertido en una de las principales preocupaciones del sector de la agrobiotecnología valenciana.
Los retos a los que se enfrenta el sector de la agricultura y el papel de la biotecnología para el desarrollo de soluciones que mejoren la productividad y la calidad con mejor impacto en el medio, han sido los protagonistas de la cuarta edición del Foro Colabora, organizado por Bioval, clúster bio valenciano, al que han asistido más de 120 personas entre representantes de agricultores, institutos tecnológicos y centros de investigación, y empresas biotec.
En este encuentro celebrado en Las Naves, también se ha aludido a la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria tanto en calidad como en cantidad. En este escenario, “Es fundamental construir un sistema agroalimentario más resistente, sostenible y saludable para proteger el planeta y asegurar el bienestar de la población, por lo que la biotecnología es clave para transformar la cadena agroalimentaria y superar los retos actuales”, ha explicado en el encuentro Jesús Agüero, director de Bioval.
Además, otros de los desafíos a los que se enfrenta el medio agrario son las barreras legislativas europeas y españolas, el acceso a financiación de las empresas para la investigación, y la falta de comunicación entre los grupos de interés que intervienen en la cadena.
La Inteligencia Artificial, las modificaciones genéticas y el desarrollo de biosoluciones, entre las capacidades biotecnológicas presentadas
AINIA, el IBMCP (Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas), ITI (Instituto Tecnológico de Informática), o I2SysBio, y muchos otros institutos y centros de investigación y empresas, han presentado herramientas con Inteligencia Artificial -como la previsión para el control de plagas a través de imágenes de drones-, biosoluciones como el descubrimiento de fármacos para mejorar la tolerancia a la sequía o para mejorar la fertilidad del suelo, o las nuevas técnicas genómicas para el mejoramiento de especies de interés.
“Estamos ante la una revolución verde 4.0 y debemos simplificar los mensajes y acercar la innovación a todo el sector para hacer partícipes a agricultores, compañías e investigadores”, ha declarado Raquel del Val, directora de biosoluciones de la biotec Darwin Bioprospecting Excelence.
Cabe destacar la colaboración entre la Universidad de Alicante, la Politécnica de Valencia, Anecoop y Madeinplant, presentada por esta última y en la que participa Francis Mojica, el autor que descubrió y bautizó el sistema CRISPR que posteriormente dio lugar al premio nobel de química concedido a Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudnen en 2020 por el desarrollo de la técnica de edición genética CRISPR-Cas9. El objetivo de este proyecto es la validación de nuevas proteínas Cas, alternativas a la Cas9, que permitan a las empresas del sector desarrollar variedades vegetales mejoradas con tecnología made in valencia que puedan ser protegidas y comercializadas.
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